En vez de hacer una resolución para el nuevo año, he notado que algunas personas eligen una palabra para inspirar sus vidas durante el año venidero. Para mí, esa palabra es equilibrio. Lograr el equilibrio en la vida es un desafío para todos, pero para los padres se lo es más. Ahora intento mantener en equilibrio mi vida, la de mis hijos y la dinámica de la familia en general. ¡Son muchas pelotas en el aire para hacer malabares y no voy a decirte que yo las logro mantener en el aire todo el tiempo! ¿Te suena familiar?
Bueno, vamos a mantenerlo simple y a enfocarnos en una cosa nada más, “Cómo equilibrar una comida.” Mi historia con la comida y la nutrición ha sido larga, pero estoy agradecida de que comencé el camino con una buena base de comidas ricas y nutritivas que mi madre preparaba y que disfrutábamos juntas a la mesa. Esa base alimenticia quedó profundamente arraigada en mí, lo suficiente como para sobrevivir a los años de la escuela secundaria cuando comía cereales o una galleta con trocitos de chocolate todos los días para almorzar. Esa base sobrevivió durante los años universitarios cuando estaba aprendiendo a cocinar y a preparar brebajes extraños que pensé que podía llamar comida. Sobrevivió también en mis años veintes cuando estaba realmente interesada en la comida nutritiva, pero, en ese entonces pensaba que podía comer todo lo que quisiera por estar saludable. Finalmente este conocimiento está de regreso y ahora entiendo cómo preparar una comida que sea a la vez nutritiva y satisfactoria.
Una habilidad que me ayuda a planear comidas balanceadas es algo bastante simple. Algo que recuerdo haber aprendido en la escuela primaria: los grupos de alimentos. Los cinco grupos de alimentos son: proteínas, granos, lácteos, vegetales y frutas. Planear comidas alrededor de los grupos alimenticios logra algunas cosas; proporciona una buena variedad de nutriente; satisface la necesidad de comer diferentes texturas y sabores; ¡y ayuda mucho en la planeación de comidas simples y balanceadas, que ayudan mucho en esta vida tan ocupada!
Entonces, ¿por dónde empezar? Sugiero comenzar con las proteínas y los lácteos. Estos son el pollo, pescado, huevos, nueces, queso o yogur, por nombrar solo algunos. Luego, le agregas una porción de granos u algún otro almidón, como el arroz, pasta, tortillas, pan, frijoles o papa. Finalmente agrega algunas verduras y listo, ¡tienes la cena! ¿Qué hay del desayuno? ¡Proteína o lácteos más una porción de granos o fruta y estás en camino a un gran día! ¿Necesitas un bocadillo?, un tentempié? Elige dos grupos de alimentos y estarás lleno de energía para llevar a cabo tu próximo trabajo, tarea.
Si eres principiante, el recurso MiPlato de la Secretaría de Agricultura de USA, (USDA por sus siglas en inglés) es maravilloso. Explorar los alimentos dentro de cada grupo alimenticio puede ser una actividad divertida y educativa para los niños. El sitio web MiPlato incluso tiene juegos para niños y actividades para familias.
Las comidas balanceadas nutren y satisfacen a todos, a usted y su familia. Es una forma de sentirse bien en la vida tanto a nivel personal como padre. Ofrecer comidas balanceadas es un paso importante para establecer hábitos alimenticios saludables en los niños. Les enseña cómo se ve una comida equilibrada (incluso si no se la comen toda). ¡Es probable que sea una lección que se le quede para toda su vida, incluso si se queda sin uso durante algunas décadas!
¿Cómo encuentra equilibrio tu familia? Comparte con nosotros en los comentarios a continuación.